Inspiradora y práctica. Así fue la conferencia que Gustavo Zerbino, sobreviviente del denominado “Milagro de Los Andes”, ofreció a cerca de 200 colaboradores de Antofagasta Minerals en las oficinas de Santiago. Con el título “Gestión de la adversidad”, el empresario y conferencista abordó los aprendizajes de su dura experiencia en el accidente aéreo de 1972, la que reforzó su amor por la vida y le dejó lecciones que hoy comparte con las personas para aplicarlas en los desafíos diarios y organizacionales.
A su juicio, “el 90% de nuestros pensamientos son automáticos, inconscientes y con patrones de conductas repetidos. Eso quiere decir que no estamos innovando en nada, somos fotocopias de fracasos del pasado”, señaló.
El rugbista agregó ante los oyentes que "la vida es una experiencia única e irrepetible y ustedes tienen que experimentarla. El error y el fracaso no existen, sólo existen aprendizajes. Hay que pulverizar los miedos y transformarlos en un desafío".
Para Gustavo Zerbino “innovar es aceptar la realidad tal cual es. La adversidad es lo que nos permite desarrollar la creatividad”. Como ejemplo, recordó cuando con sus compañeros escucharon por radio el anuncio del fin de la búsqueda de la aeronave, un hecho que los impulsó para salir adelante. "A partir de eso, vivir o morir dependía solo de nosotros. Esa noticia nos conectó con nuestro máximo potencial físico, mental, espiritual y emocional, porque no teníamos nada que perder", afirmó.
Transformar el “yo” en “nosotros”
Para superar patrones y creencias que limitan el potencial, aseguró que se requiere estar en el presente. “El problema es que la gente pasa mucho tiempo en su cabeza. Pero nosotros somos mente, cuerpo, espíritu, emociones y energías que nos mueven”, dijo.
El empresario explicó que si bien hay objetivos alcanzables de manera individual, cuando se trata de metas complejas “hay que saber motivar, incluir y planificar para que entre todos, el yo se transforme en nosotros. Ahí los equipos tienen fuerza, tienen vida”.
Zerbino recomendó asumir tres conceptos fundamentales para que los grupos humanos puedan avanzar en sus objetivos: “bajarse de la arrogancia y aceptar que solo no puedo, reconocer los errores y practicar la gratitud”.
“Lo importante no es lo que pasa en nuestras vidas, sino lo que hago yo frente a las cosas que pasan”, concluyó el sobreviviente de Los Andes, quien también visitó Centinela, Zaldívar y Antucoya para exponer su charla “Gestión de la adversidad”.