Hoy nos encontramos discutiendo el papel de la mujer en la sociedad y el potencial que nos aportaría una sociedad más equitativa, diversa e inclusiva.

Dentro de estas miradas, el mundo del emprendimiento es una arista muy interesante. Se caracteriza por ser innovador, diverso y vanguardista. En este mundo, la mujer se ha posicionado más en el ámbito tradicional del emprendimiento (por necesidad) que en el mundo más tecnológico/científico (por oportunidad) que busca el desarrollo de negocios escalables y globales, como los casos de éxito de Cornershop y NotCo.

¿Cómo ha evolucionado la participación de la mujer en el mundo tecnológico?

El año pasado, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) mostró un aumento en el porcentaje de emprendedoras en etapas iniciales, llegando a un 41% en el segmento principalmente entre los 25 y 34 años, y mostró una disminución de la brecha entre hombres y mujeres, respecto a los últimos años, en emprendimientos motivados por oportunidad y no necesidad. Sin embargo, mostró brechas importantes, como el bajo nivel de escolaridad de las mujeres emprendedores (la mayoría sólo tiene nivel escolar) y el alto foco en industrias mayorista-retail y manufactura (más tradicionales) en vez de en áreas como tecnología, finanzas, o servicios profesionales, asociadas a emprendimientos más disruptivos y escalables.

La buena noticia es que las mujeres cada vez se están atreviendo más a ser parte del emprendimiento tecnológico. En la última convocatoria de Imagine Lab (incubadora con foco tecnológico), el 50% de los postulantes declara tener al menos una fundadora en el equipo y el 59% tienen mujeres en roles claves dentro del startup.

Desde fines del 2016, hemos invertido en once startups tecnológicas lideradas por mujeres, en contraste con lo que pasaba hace cinco años, en que no había equipos liderados por mujeres en la incubadora.

Aún quedan muchos desafíos para igualar la cancha respecto a las oportunidades de emprender y lograr casos de éxitos relevantes en este ecosistema, pero el mundo del emprendimiento ha tomado esta bandera hace un buen tiempo.

Iniciativas como The SFactory (de Startup Chile), Kodea, DigiGirlz (de Microsoft) o Imagine for Kids buscan abrir espacios para niñas y mujeres en el mundo científico-tecnológico y que, así, cuenten con las mismas oportunidades de ser parte de los futuros casos de éxito de startups chilenas en el mundo. Nuestro rol es seguir fomentando este tipo de iniciativas y trabajar colaborativamente para lograr una inclusión real, que no dependa del género, sino de las capacidades de los emprendedores.


Javier Cueto
Gerente general de Imagine Lab