Abraham Backit lidera uno de los proyectos de innovación más exitosos del Grupo Minero: Cuprochlor-T. Esta iniciativa busca lixiviar sulfuros primarios y utilizar recursos que antes no eran rentables, recuperando por sobre el 70% de cobre. “Años atrás, pensar que se podía recuperar el 60% era una ilusión”, cuenta el ingeniero experto de Procesos, Innovación y Energía de Antofagasta Minerals y ganador del premio Innovador del Año en 2018. 

¿Cómo nació esta iniciativa? 

En Michilla desarrollamos el Cuprochlor normal, para lixiviar sulfuros secundarios. Dentro de los estudios, se hizo un proyecto para lixiviar concentrados de calcopirita y el paso lógico era intentar lixiviar minerales y no concentrados. Así partió este proyecto.

Ya son 40 años los que lleva en el rubro de la minería. El inicio fue en la Sociedad Minera Pudahuel (Mina Lo Aguirre), un yacimiento de cobre que se encuentra camino a Viña del Mar, donde conoció a su mentor, Jaime Rauld. Después continuaron trabajando juntos en Michilla, donde lideraba el departamento de investigación y además llegó a ser superintendente. “Con Jaime trabajamos juntos durante 30 años, con él hacíamos muy buen equipo. Cuando salió del Grupo, yo continué con nuestro proyecto, por lo que el desarrollo de esta tecnología viene hace muchos años y una gran parte fue gracias a él. Después de este período, se integró al área de Investigación la ingeniero Jorcy Trujillo, con quien llevamos trabajando juntos 8 años y hemos logrado formar un equipo bastante compacto”, comenta Abraham. 

¿Cuál crees que ha sido la principal innovación de esta tecnología? 

El proceso. No sólo los reactivos, sino que el proceso en sí. Es como un rompecabezas, tiene varias partes y si hay una pieza faltante o que no encaja, ya no funciona. La innovación principal fue hacer calzar todas esas piezas. 

¿Qué desafíos has encontrado en el camino?

El desafío mayor fue probar el proceso en una mina, donde uno llega como visita. La etapa semi industrial significa detener la producción y limpiar por completo la planta, por lo que había que convencer a la gente de Centinela que nos prestara el lugar. Significó conversar mucho, explicar lo que uno está haciendo, que los beneficiaría. Esto ha ido cambiado con nuestros resultados y ha sido fundamental el apoyo de la Compañía, sin éste habría sido difícil llegar donde estamos.

¿Cómo ha sido la recepción en Antofagasta Minerals?

Creyeron en lo que estábamos haciendo en Michilla y creyeron en nuestros resultados. Llevo 20 años en el Grupo Minero y uno de los motivos principales por los cuales sigo aquí es porque me dieron la oportunidad de hacer algo que yo siempre había querido hacer. 

¿En qué fase del proyecto se encuentran?

Se encuentra en etapa de empaquetamiento de la tecnología. Después de haber ratificado que el proyecto funciona, se recopila toda la información y se pone en formato de un libro para entregar a las compañías para que decidan si lo quieren aplicar. Actualmente se encuentran haciendo pruebas en Minera Zaldívar. Si se decide implementar, aumentaría la vida útil del yacimiento sin la necesidad de hacer una gran inversión. Esto porque una de las ventajas del proyecto Cuprochlor-T es que no es necesario instalar una planta de concentración desde cero, sino que la ya existente se adapta reduciendo notablemente los costos.