Por más que exista un registro de las actividades o reportes, el traspaso del conocimiento y aprendizaje no se genera solo. Al contrario, requiere gestión y estandarización. Y Álex Calderón, gerente de Planificación y Desarrollo de Antucoya, lo explica. Hace poco más de dos años tomó el proyecto Gestión del Conocimiento de la cartera de Innovación, una iniciativa que ya había sido aprobada previamente por el Directorio de Innovación (DINN).

Inicialmente, se acercó al área para obtener financiamiento que le permitiera idear un sistema de control de información del ciclo de planificación. De esta manera, buscaba entender variaciones que existían entre el trabajo realizado en el ciclo anterior y el actual. Pero la opción que se le presentó fue tomar el liderazgo de este proyecto ya existente para ser aplicado en las áreas de Mantenimiento.

“La gestión del conocimiento era algo muy distinto a lo que yo estaba buscando. Pero al ver las bondades de esta iniciativa para asegurar lo estudiado de cada ciclo de planificación y resguardar lo aprendido en una forma sistemática, además de crear nuevo conocimiento y disminuir el reproceso, me hizo sentido implementar esta metodología de trabajo metódico. Esto para el proceso de planificación en sus distintos horizontes desde largo a corto plazo”, comenta el ingeniero civil en minas.

El objetivo de esta iniciativa es impactar positivamente en la calidad, eficacia, fiabilidad, replicabilidad, homogeneidad y trazabilidad de los planes mineros. Esto debido a que actualmente existen desviaciones en la elaboración de las estrategias, incumplimientos, errores repetidos, dificultad de trazabilidad de las decisiones que se traducen en mayores costos, además de afectar directamente a la maximización del valor de los yacimientos y potencialmente a los objetivos de largo plazo.

Desde 2019, Alex Calderón asumió como gerente de Planificación y Desarrollo de Minera Antucoya. Este nombramiento coincidió con un nuevo desafío que se le presentaba. Ya estaba cerrando la etapa de diagnóstico de Gestión del Conocimiento y era hora de pasar a la siguiente fase: implementar lo aprendido en un piloto en la misma gerencia que ahora lidera.

Durante la implementación, se encontró con otras dificultades: “En general, no fue fácil. Sin embargo, al observar los beneficios de sistematizar, documentar y comunicar lo aprendido, el equipo de trabajo fue sumándose a la iniciativa. Esto claramente implicó tareas extras para poder avanzar en la implementación de este modelo. Pero ya varias prácticas están internalizadas y otras debemos cerrarlas este año como consolidación del modelo”.