La tecnología ha sido uno de los grandes aliados en medio de la crisis sanitaria mundial provocada por el Covid-19. Permite a personas que están en aislamiento mantener contacto con sus seres queridos de forma virtual sin limitaciones y tener al alcance de su mano información de lo que ocurre en cualquier parte del mundo, junto con proporcionar entretención para todos.

Otro fenómeno digital importante que la contingencia ha provocado, es el impulso del teletrabajo. Esta modalidad ha sido tomada por empleadores para mantener las operaciones mientras fomentan el aislamiento social. Junto con un llamado de las autoridades a dar facilidades para aplicar el home office, recientemente en Chile fue aprobada la Ley de Teletrabajo, que regula este método. Según cifras de la consultora de servicios globales de RR.HH. y empleo, Randstad Chile, el 72% de las empresas encuestadas ha aplicado el trabajo remoto.

Sin embargo, esto presenta nuevos desafíos no sólo para los empleadores y empleados, sino que también para las empresas de telecomunicaciones. En teletrabajo implica inevitablemente un aumento en el servicio de nubes o clouds, junto con la realización de videoconferencias en reemplazo de las reuniones presenciales, acciones que demandan un mayor uso de las redes. 

En efecto, según informa la Asociación de Telefonía Móvil (Atelmo), ha habido un aumento del tráfico de datos a nivel nacional entre 20% a 40% durante marzo. Pero, ¿está preparado el país para una sobredemanda de sus redes? 

Las cifras indican que sí. Una de las empresas de TI y redes más grande del mundo, Cisco, lanzó recientemente su Índice de Preparación Digital Global 2019. Esta investigación mide a 141 países en siete componentes: necesidades básicas, inversión empresarial y gubernamental, facilidad para hacer negocios, capital humano, entorno de inicio, adopción de tecnología e infraestructura tecnológica. 

En el ranking latinoamericano, Chile se posiciona en el primer lugar, con la mayor preparación para crear una economía digital en la región. Esto, según el estudio, debido a que el país cuenta con la infraestructura tecnológica básica, impulsa políticas necesarias para respaldar la continuidad de los negocios y cuenta con la fuerza laboral calificada para apoyar, construir y mantener la innovación digital. 

En el caso del Grupo Minero, éste ha reducido en un 30% la presencia de personal en faena, aplicando la modalidad de teletrabajo a todos quienes puedan hacerlo.

Como aseguró el experto Javier Martínez, Socio Cultura de Aprendizaje de Knowledge Works, el Covid-19 es una oportunidad para aprender, y “solo perderemos la batalla si el virus se expande más rápido que nuestra habilidad de aprender y colaborar. Hemos evolucionado como especie gracias a la capacidad de compartir conocimiento. El virus, que nos empuja a trabajar desde casa, hace más evidente nuestra dependencia de la tecnología (Google, Facebook, Apple o Microsoft saldrán aún más reforzados). Vivimos aislados pero conectados”.