Sobre el impacto del coronavirus en la industria, el académico Roberto Parada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), asegura que “este quiebre genera las condiciones de sobrevivencia que hacen evidente la necesidad de utilizar acciones de innovación centradas en su implementación, que impulsen a repensar la forma de producir y no sólo sean una declaración”. Un ejemplo de esto, son las compañías que han adoptado la minería autónoma y que han logrado mantenerse en funcionamiento durante esta pandemia mundial, en gran parte, gracias a esta tecnología.
Pilbara, Australia
La adopción de soluciones mineras automatizadas ha sido lenta pero constante. Ya en el 2008 impulsaron la iniciativa Mina del Futuro, proyecto que involucra un centro de operaciones remotas en Perth, Australia, con trabajadores que operan vehículos autónomos en minas a más de 1.200 km de distancia.
Asimismo, durante el 2019, se implementó el sistema AutoHaul, que incorporó trenes autónomos al proyecto Pilbara, el ferrocarril autónomo más grande del mundo que puede transportar aproximadamente un millón de toneladas de mineral de hierro por día.
Mina Syama, Mali
La mina de oro subterránea Syama se convirtió en la primera operación minera totalmente autónoma del mundo. Camiones, cargadores y taladros son 100% automatizados. Esto significa que la mina puede estar en funcionamiento las 24 horas del día, con todas las operaciones supervisadas desde un centro de operaciones remoto.
Los desafíos que se vienen
Para Andrew Swart, Líder Global del sector Minería de Deloitte, uno de los tres mayores desafíos post Covid-19, es cambiar la forma en que se trabaja en la industria. Según el ejecutivo, se debe “considerar esta crisis como un catalizador para repensar cómo y dónde se hace el trabajo, mejorar la habilidad de operar remotamente y acelerar la adopción de capacidades de automatización y digitalización”.
La emergencia sanitaria ha provocado que el futuro inmediato de varias operaciones mineras en el mundo sea incierto. Sin embargo, plantea nuevas oportunidades, donde una minería autónoma parece ser uno de los caminos efectivos a tomar. ¿Puede esta crisis acelerar la implementación de esta tecnología? Todo indica sí.