Hacer posible lo que veíamos como imposible. Esa es nuestra vocación al innovar cuando desarrollamos minería para un futuro mejor, lo que es indispensable si queremos producir el cobre y los demás metales que el mundo necesita para enfrentar el cambio climático, descontaminar nuestras ciudades y mejorar la calidad de vida de millones de personas. Y, al mismo tiempo, para mantener y aumentar nuestra contribución desde la minería a Chile a través de la inversión, generación de empleo, desarrollo de proveedores locales, trabajo con las comunidades y pago de impuestos.
En Antofagasta Minerals contamos con un gran equipo, diverso e inclusivo, con distintas miradas, profesiones y experiencias. No se trata sólo de atraer nuevo talento, sino también de retenerlo y preparar a nuestros trabajadores y trabajadoras para una nueva minería. Porque nada de esto sería posible sin las personas.
Ellas están en el corazón de lo que hacemos y con ellas avanzamos hacia nuevas formas de operar en minería con el despliegue de la digitalización y la automatización de los procesos, por ejemplo, a través de la implementación en nuestras operaciones de flota de perforadoras y camiones autónomos, y también de centros integrados de operación, transformando el trabajo para hacerlo más productivo y seguro, pero sobre todo mejorando la calidad de vida de todas y todos, y aumentando tanto la conciliación como la corresponsabilidad.
Gracias a la innovación y creatividad que impulsan nuestros equipos, y el trabajo con el ecosistema, estamos desafiando la manera convencional de hacer minería y buscando nuevas formas que nos permitan asegurar el crecimiento, respondiendo a la realidad de nuestros yacimientos y a las nuevas condiciones del entorno, para poder explotar minerales que hasta ahora no eran rentables. Para esto es fundamental la generación, transferencia y captura de aprendizajes y conocimiento.
Queremos seguir innovando por una minería sostenible, que integre lo ambiental y lo social. En esa línea nos hemos fijado metas ambiciosas, como que, en 2025, 9 de cada 10 litros del agua que utilizamos en nuestros procesos provengan de la recirculación y del mar.
Ya el año pasado nos anticipamos y cumplimos la meta que teníamos para 2025 de reducir nuestras emisiones en más de un 30%, lo que equivale a 730 mil toneladas de CO2e, y estamos comprometidos a integrar progresivamente la electromovilidad en nuestros procesos para reemplazar el uso del diésel hacia la electrificación y transición de combustibles que no contaminen, para conseguir la carbono neutralidad al 2050 o antes, si la tecnología lo permite.
Estamos en el momento preciso, pero sabemos que no podemos desarrollar una mejor minería ni ahora ni en el futuro solos. Por eso, la colaboración - público-privada, con universidades e institutos, con otros organismos, con emprendedores, con nuestros proveedores y nuestras comunidades- es esencial para que demos el salto que requiere la minería chilena. Juntos podemos hacer posible lo imposible.